Hace unos días, coincidiendo con todo el revuelo formado en torno a las actividades cinegéticas del monarca, algún que otro canal de televisión no pudo resistir la tentación de emitir Cazador blanco, corazón negro (Clint Eastwood - 1990). Más allá de la polémica, he aquí una inolvidable escena que no tiene nada que ver con la caza de paquidermos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario