martes, 28 de febrero de 2012

El Personaje: El Milagroso Max


Ahora que Billy Crystal ha vuelto a estar en boca de todos al reincidir como maestro de ceremonias en los Oscars, no viene mal acordarse de uno de los personajes más entrañables y variopintos que ha interpretado: El Milagroso Max.

Este cínico y avaricioso curandero protagonizaba junto a su espantosa mujer una de las secuencias más memorables y disparatadas de La Princesa Prometida (Rob Reiner - 1987)

- Pincha para ver la secuencia.

sábado, 25 de febrero de 2012

Música de Cine: Korngold, maestro de la fanfarria

'John Williams no inventó la música de cine'.
Sé que esta afirmación puede parecer evidente, pero creo que es importante recordarlo, ya que muy a menudo se han dejado en el olvido a excepcionales compositores que le precedieron y que, de hecho, le sirvieron de inspiración.

Este es el caso del gran Erich Wolfgang Korngold, de quien sí se puede afirmar que en gran medida fue el creador de la música de hollywood, ya que fue uno de sus pioneros, junto a Max Steiner.

He aquí una muestra de uno de sus mejores trabajos para cine: El Halcón del Mar (Michael Curtiz-1940)


La influencia que sus fanfarrias han ejercido en compositores posteriores como John Williams o Jerry Goldsmith ha sido tanta, que hoy en día sus bandas sonoras pueden parecernos bastante típicas. Sin embargo, en los años 30, la épica y grandeza con la que esta música envolvía las imágenes, supuso toda una revolución en las salas de cine, y su estilo marcó la pauta del posterior sonido Hollywoodiense, especialmente en el género de aventuras.

- Comparación entre Star Wars de Williams y King´s Row de Korngold.

Cuando Korngold comenzó a colaborar con el cine ya tenía una reputación como compositor y concertista en su Austria natal, por lo que el mero hecho de incluír su nombre en los títulos de crédito otorgaba a las producciónes un gran prestigio.

Sin embargo, el cine sólo fue algo secundario en su carrera. De hecho, su padre, que era el más reconocido crítico musical de Viena, nunca vió con buenos ojos que su hijo malgastara su talento con las bandas sonoras. Poco antes de morir, le pidió que dejara definitivamente el cine y se dedicara sólo a la música seria, lo cual supuso el fin de una de las mayores aportaciones musicales al séptimo arte.

He aquí algunos de sus trabajo más famosos. (Pinchad para escucharlo)

- Las aventuras de Robin Hood (1938 - Michael Curtiz, William Keighley)
- El Capitán Blood (1935 - Michael Curtiz)
- El príncipe y el mendigo (1937 - William Keighley)
- Juarez (1939 - William Dieterle)

jueves, 23 de febrero de 2012

The Artist: Bofetada a la industria del cine

¿Cómo? ¿Todavía no han visto The Artist? Pues deje de leer ahora mismo. Apague el ordenador y vayase pitando al cine más cercano.


Si ha vuelto ya del cine, se habrá dado cuenta de por qué el film de Michel Hazanavicius  ha sido el fenómeno del año, y tiene muchas posibilidades de dar la campanada en los Oscars. Y no es para  menos, porque en un momento donde la postmodernidad campa a sus anchas, y directores como Scorsese o Spielberg  acuden al 3D intentando innovar y abrir nuevas vías de espectáculo, The artist ha apostado por una fórmula diferente: 'Cuando todo el mundo trata de ser moderno, lo más transgresor puede ser volver a los orígenes.'
Para sorpresa de muchos, la película ha conseguido un gran éxito de crítica y taquilla, y eso pese a ser un film mudo. O, por el contrario, debido precisamente a ello.

The Artist cuenta la historia de George Valentin (Jean Dujardin), un célebre actor de cine mudo que con la llegada del sonoro y el Crack del 29 cae en desgracia. En cambio, una discreta actriz, Peppy Miller (Bérénice Bejo), que se introdujo en la industria de la mano de Valentin, al que admira, se convierte en la nueva estrella y tratará de hacer que el actor vuelva al cine.
Como es evidente, esta historia, narrada de forma emotiva, directa y sencilla, ha calado de lo lindo en una sociedad que se ve claramente reflejada en el declive de George Valentin, y su incapacidad de adaptarse a una modernidad que rechaza.

Pero yendo más allá, y dado el fuerte carácter metalingüístico de la cinta, es inevitable relacionar su discurso con la actual situación de la industria cinematográfica y su confrontación con el implacable avance de internet. Y es que, en su lucha contra 'la red', el séptimo arte ha vuelto a encauzar la misma actitud hostil que ya tuvo frente a la televisión. Algo que sólo ha ido desembocando en una paulatina degradación del arte cinematográfico en su afán por conseguir una espectacularidad que lo diferencie de los medios competidores.
Al igual que George Valentin, gran parte de la industria cinematográfica actual se va hundiendo en las arenas movedizas de su propio orgullo, extendiendo cheques que costeen exóticas aventuras cada vez más carentes de contenido. Todo para negar la evidencia de que 'todo debe cambiar para que nada cambie'.


Parece paradójico que en una obra que habla sobre la adaptación a los cambios, Hazanavicius haya elegido un formato tan aparentemente obsoleto como es el cine mudo. Sin embargo, este artificio no sólo sirve para impactar, sino que es coherente con lo que cuenta la película, complementando y completando su discurso de forma muy ilustrativa.
The Artist se desnuda como una forma de volver a los orígenes, a su esencia, y demostrar que el futuro no puede limitarse sólo a la tecnología. Pues la clave no está en internet, ni en las tres dimensiones, ni en la alta definición, ni tan siquiera en el sonido. Al final, lo único que hace grande al cine es contar una buena historia y saber contarla bien. Y todo lo demás debe subordinarse a ello.

En definitiva, la película le propina una bofetada a la industria del cine para que que reaccione, y vuelva a ser consciente de que hay que adaptarse a los cambios, pero sin olvidar nunca dónde reside su auténtico valor.
De este modo, tanto al cine como a la totalidad de la sociedad, se les da la opción de seguir los pasos del personaje de Peppy Miller, que mientras se hacía un hueco en la modernidad, trataba de arrastrar consigo las mejores cualidades de quien le precedió.

lunes, 20 de febrero de 2012

Santos Trinidad arrasa en los Goya


No habrá paz para los malvados se convirtió anoche en la triunfadora de los Premios Goya con seis galardones, incluyendo mejor actor, mejor director y mejor película.
Merecida recompensa para el trabajo de Enrique Urbizu y José Coronado por su creación de un personaje como Santos Trinidad, uno de los cabrones más fascinantes que ha dado el cine español.

En 2011 hemos sido testigos de cómo, mientras El Capitán Trueno se ahogaba con sus 10 millones de euros de presupuesto, el film de Urbizu cosechaba alabanzas y atraía miradas. Bastaba con ver un breve anuncio en televisión para quedar intrigado por ese 'cowboy' de ciudad, de aspecto desgreñado, mirada fría y conducta cuanto menos dudosa al que interpreta Coronado.  Y es que, ciertamente, en España siempre fuimos más de antihéroes que de héroes.


viernes, 17 de febrero de 2012

El Personaje: Salacious B. Crumb



Todo aquel que haya visto El Retorno del Jedi (Richard Marquand - 1983) seguramente recordará con cierto asco y desprecio a este personaje: Salacious B. Crumb, que trabajaba como bufón en la corte de Jabba el Hutt. Y es que Salacious siempre desplegaba su horrible risa chillona cuando la desgracia parecía cernirse sobre los protagonistas de la saga galáctica.
Pese a su pequeño tamaño, este mono-lagarto kowkiano simpre me ha parecido uno de los bichos más repugnantes, crueles y sádicos que han poblado el universo de George Lucas.

- Recopilación con los mejores momentos de Salacious B. Crumb.

martes, 14 de febrero de 2012

A Reivindicar: El muelle de las brumas



Hace años, un profesor de Hª del Cine se empeñó en ponernos en clase una película en francés, en versión original y sin subtítulos, pues la película no estaba editada en España. Como es lógico, la gente ese día salió huyendo en desbandada, salvo unos pocos que nos quedamos. Yo de francés ando más bien escaso, y reconozco que no me enteré de la mayoría de los diálogos de la película. Sin embargo, me encantó.

Me refiero al film de Marcel Carné  El muelle de las brumas (Le quai des brumes), realizada en 1938 y protagonizada por Jean Gabin, Michel Simon y Michèle Morgan, que narra una trágica historia de amor entre un desertor del ejército y una joven que vive atemorizada por su tiránico tutor.

Perteneciente al llamado realismo poético francés, es una obra llena de lirismo, cuyas imágenes están dominadas por esa bruma espesa de la que habla su título. Los actores están maravillosos, hasta el punto que puedes disfrutar de los diálogos aún sin enterarte de nada (es lo que tiene el francés, que siempre suena bonito); y por si fuera poco, la película contiene uno de los mejores besos de cine que he visto. 
Por cierto, la banda sonora es una delicia, compuesta por Maurice Jaubert.

- Fragmento de la banda sonora de Maurice Jaubert.

Parece ser que ya hay una edición en dvd en España. Así que esta misma semana iré en su búsqueda para poder, al fin, verla y escucharla en condiciones.

lunes, 13 de febrero de 2012

La fantasía en los años 80: Krull

Si ha habido una década propicia en el cine para los géneros Fantásticos , fue sin duda la de los 80. Todos los que crecimos por aquel entonces, recordamos con nostalgia la cantidad de universos mágicos con los que estimulaban nuestra imaginación, tanto en el cine como en televisión.
En este contexto, hubo una película que tiene el honor de ser uno de los mayores pastiches entre Fantasía Épica y Ciencia Ficción: Krull.


Dirigida por Peter Yates allá por 1983, la película parte del siguiente argumento.

"Un malvado monstruo llamado sutilmente 'La Bestia' quiere conquistar el planeta Krull. Para hacerle frente dos grandes reinos van a unirse con el matrimonio del príncipe Colwyn y la princesa Lyssa. Pero el día de la boda, los soldados de 'La Bestia' raptan a la princesa, y Colwyn tiene que ir a rescatarla. Para ello deberá encontrar primero un arma mágica, y contará con la ayuda de un mago, un cíclope y un grupo de bandidos."

En realidad  no es más que el típico cuento donde se rescata a una princesa, pero, al fin y al cabo, también lo era la primera parte de La Guerra de las Galaxias, y  les fue bastante bien.
Krull fue otra de tantas películas que quisieron aprovechar la fórmula marcada por la saga de George Lucas, que en aquellos años estaba en pleno apogeo. Sólo que en este caso, remezclaron la aventura intergaláctica con grandes dosis de El Señor de los Anillos.

'La Bestia' en todo su esplendor
El planeta Krull es un lugar anclado en el medievo y lleno de seres mágicos y sobrenaturales. Sin embargo, el ejército alienígena de 'La Bestia' está formado por una especie de soldados imperiales, vestidos con uniformes futuristas y que luchan con armas láser. Aunque, eso sí, viajan a caballo, supongo que debido a la ausencia de carreteras en ese planeta. Además, 'La Bestia' habita en una especie de montaña-fortaleza, que también hace las veces de nace espacial, y en la que viaja por la galaxia a sus anchas para ir conquistando un planeta tras otro.

Lo cierto es que este Independence Day en la Tierra Media, fue un experimento que no llegó a cosechar un gran éxito, pero que con el tiempo se ha ido convirtiendo en una pelicula de culto algo friki.
Es cierto que es un film bastante mediocre y que los efectos especiales han envejecido algo mal, pero cuenta con algunas secuencias bastante notables, especialmente la de 'la viuda de la tela de araña'.  También es destacable la llamativa dirección artística, que llegó a rozar el surrealismo con los decorados del interior de la 'Fortaleza Negra'.

Por cierto, la banda sonora fue obra de James Horner, que posteriormente también compondría la partitura de Willow (Ron Howard-1988).

He aquí uno de los clímax de la película y de la banda sonora, donde los héroes cabalgan sobre unas yeguas mágicas'.